lunes, 23 de mayo de 2016

El comienzo del fin




Fuera de su ventana se escuchaban sonidos que nunca antes había escuchado, no sabía si estaba soñando o si estaba en la vida real -¿qué considero como "vida real" de todas formas? Creo que debería llamarla "vida consciente" o algo así -se decía a sí mismo. Entretanto, los sonidos comenzaron a transformarse en gruñidos, pero algo dentro le decía que ese monstruoso ruido no podía venir de ningún animal conocido sobre la faz de la Tierra. El fuerte vendaval continuaba amenazante, cada segundo que pasaba daba la impresión de que este se hacía más y más fuerte; de un momento a otro, una rama salió disparada de uno de los árboles frente al camino, atravesando la ventana que daba a la precaria cocina con la que contaba su hogar. En ese momento supo que tenía que actuar, sabía que la casa contaba con dos desventajas ante un clima tan amenazante: en primer lugar, estaba hecha en su mayoría de madera; en segundo lugar, el tiempo ya había hecho estragos en su estructura, provocando que esta ya tuviera varias secciones demasiado gastadas; -pero claro, eso me gano por soñar con tener una cabaña en el bosque con características rústicas- se lamentaba. Rápidamente buscó su vieja mochila, esta en su juventud lo acompañó a diferentes viajes de espeleología y aún seguían allí sus viejos equipos: sogas, ganchos, una linterna de mano, un casco equipado con una luz, guantes, entre otros; se dirigió hacia su escritorio, de allí tomó su vieja navaja suiza y un par de pilas extra, tomó su chaqueta y abandonó su casa, tenía la sensación de que esta sería la última vez que la vería.

Al salir se percató de que los vientos se hacían más intensos, por lo que tuvo que correr mientras trataba de rodear la colina en la que estaba, a cada paso que daba el sonido se hacía cada vez más cercano y más aterrador -¿qué es esto? ¿De dónde proviene semejante sonido tan tenebroso?- se preguntaba internamente; de pronto, se dio cuenta de la respuesta a sus dudas: sintió cómo su estómago caía a sus pies, sus rodillas se doblaron, su boca se secó, empezó a sudar frío, y los mayores escalofríos que alguna vez hubiera sentido recorrían su cuerpo. Frente a él quedaban los restos de lo que alguna vez había sido el valle, ahora solo quedaba un paisaje destruido en su totalidad: árboles carbonizados, casas volviéndose ceniza, enormes incendios en lo que alguna vez habían sido las parcelas más productivas del área... Pero en el centro de todo se alzaba algo que nunca, ni es sus peores pesadillas, se llegó a imaginar, entre el humo veía una silueta que parecía salida de algún mito griego: un ser gigante, alado, y con lo que parecían tentáculos moviéndose incontrolablemente en el lugar en donde debería estar su boca; se erguía allí, en medio de toda la destrucción. Inevitablemente sabía que ese era su final, que el apocalipsis había llegado a la Tierra.



Imágenes tomadas de:
1. Incendio: Jefferson Public Radio. http://ijpr.org/post/how-fires-even-big-ones-help-forests#stream/0
2. Monstruo: Gabehash (canal de YouTube). https://www.youtube.com/watch?v=2T3md-AsOG8 

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